Tocado, sombrero y pamela
Creo que lo mejor es empezar con una pequeña definición resumida de estas tres categorías de “complementos para la cabeza” (tocado, sombrero y pamela).
Si nos atenemos a la definición más amplia de sombrero, así se denomina cualquier adorno que cubre la cabeza: gorros, canotiers, pamelas, boinas, tocados… Todo son sombreros. Pero para entendernos mejor y ser prácticos, hablamos de…
Sombrero: cuando el ala del sombrero no es muy ancha, generalmente inferior a unos 15cm.
Pamela: cuando el ala es muy amplia, superior a los 15cm.
Tocado: cualquier adorno de cabeza, ya sea voluminoso o no (lazos, flores, velos, incluso joyas o bisutería).
La moda ha sido el factor determinante de los cambios en las formas del sombrero femenino; complemento habitual del atuendo femenino hasta los años sesenta del siglo XX en que se abandonó su uso, relegándolo como adorno para ocasiones especiales y para determinadas actividades.
En la década 1900-1910 las mujeres llevaban sombreros voluminosos, muy adornados con flores, lazos, plumas, y su uso era prácticamente obligatorio para toda mujer elegante que se preciara. Con la aparición de las influencias orientales, hacia 1907, se va imponiendo el uso de turbantes y los sombreros más pegados a la cabeza adornados con plumas altas y adornos de joyas.
Los años veinte son los años del sombrero tipo cloche.
En los treinta, Coco Chanel, que empezó como sombrerera antes de que se iniciara en la costura, marca tendencia con sus pamelas de paja y sus canotiers. Las boinas y otros sombreros inspirados en el surrealismo, como los de Elsa Schiaparelli, marcan, también la moda en esta década.
En los años cuarenta y con la Segunda Guerra Mundial, la escasez y la austeridad marcan un primer declive en el uso del sombrero.
Ya en los cincuenta es el new look de Dior el que establece una nueva silueta femenina, con sombreros tipo bombonera y con simples adornos de flores en recogidos que recordaban a las bailarinas clásicas. El sombrero empieza a convertirse en un elemento de vestir llevándose sólo con trajes de coctel, de mañana y de tarde.
Los años sesenta, son los años de mayor cambio en la moda, y con la juventud como ideal de la sociedad, el uso del sombrero como elemento decorativo cae en desuso, relegándose a ocasiones protocolarias o de más vestir; sí que se utiliza como complemento más sport para protegerse del sol, de la lluvia o la nieve, tendencia que ha seguido hasta nuestros días.
Pero, hoy, en pleno siglo XXI, el uso del sombrero, vuelve con fuerza (aunque sólo sea en ciertos eventos). Y… ¡me encanta! Creo que no hay nada como los zapatos y un bonito adorno en la cabeza para completar un look.
¿Os imagináis llevando nuestro modelo de Canotier “Lydia”?
Y… ¿llevando nuestra Pamela “Fleur”?
o ¿el tocado “My Fair”? ¡¡¡Estaríais MuyMuyChic!!!
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